Manuel Pérez-Lizano escribe de Lina Vila

Manuel Pérez-Lizano, en el boletín de la Asociación Aragonesa de Críticos de Arte, escribe sobre Lina Vila, a propósito de su instalación de «Afinidades» en la Galería A del Arte:

El conjunto de lo representado es una maravillosa declaración de amor hacia el padre fallecido, que veíamos de gran dificultad por carga afectiva, pero resuelto con indiscutible tono creativo vía evocación. Parece oportuno comenzar con lo que definimos como eje icono situado frente a la instalación. Se trata del autorretrato de medio cuerpo con la pintora mostrando, como es lógico, un serio semblante. Con ambas manos sujeta el retrato de su padre, como si fuera un busto, que nace del vientre y con la parte superior de la cabeza entre ambos senos. El color de la figura paterna se representa más claro, pálido, para que contraste con el autorretrato. De la hija parece nacer el padre, pero en realidad recibe vida, recuerdo, a través de la permanente evocación de amor filial. Qué profunda delicadeza. La pared principal, como secuencia ampliada del autorretrato, consiste en el tronco de un árbol invasor del espacio plano mediante ramas secas, que adquieren vida radical por una serie de temas afines a la personalidad paterna. Árbol omnipresente en tonos grisáceos para no recargar la composición general, que permiten destacar, entre otros temas, los paisajes, las aves, un retrato de Goya, las flores, los árboles, y un vaquero del Oeste con sombrero y revólver. Campo de información sobre una específica persona, con el aliciente de obras personales de notable belleza artística, desde paisajes a temblorosos y altivos árboles.